lunes, 7 de enero de 2019

Hades, llegué.

El invierno es la época de romance para los más fuertes, de valientes inmortales que esperaron el verano para volver a tenerse entre brazos, y resguardaron en sus manos la paciencia de esperar otro medio año. Que inocencia y que fuerza, darse como ofrenda cada primavera para que nazca la hierba.

El amor con el frío no se enfría, sólo hierve para evaporarse junto a la cordura que se marchita cuando estan por perderse, impotentes al destino que cerró el trato de alejarlos en el camino. De ahí las flores en verano que son el consuelo para la que reposa en el pasto esperando regresar con su amado, con su fiel acompañante.
Como el sol y la luna esperando cada eclipse para convertirse en uno, que ironía, dicen que el corazón es el sol, pero lo cierto es que cuando la oscuridad reina, los amantes se reencuentran, ya no teman a la ausencia de calor, simplemente es Persefone de regreso al inframundo para reencontrarse con su amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario